
CASAS SANAS SIN CEMENTO
Desde hace 10 años, intentamos diseñar y construir con la menor cantidad de cemento posible. También con los menos kilos de acero posible. Hemos sustituido el cemento por la cal hidráulica, y el hierro por fibras de polipropileno, o por bolos de piedra (en las cimentaciones).
El cemento nunca me ha gustado. Desde joven, me retaba hacia el futuro, diciéndome que no quería llenar el planeta de cemento. Y en mi tierra natal, veía horrorizado como las tierras vecinas a las cementeras se encontraban completamente cubiertas del polvo blanco de las chimeneas. Por eso diseñamos y construimos casas sanas sin cemento.
Ventajas de «no utilizar cemento»
La cal hidráulica es mucho más ecológica, por la forma de obtenerla y por los grados de cocción necesaria. Los romanos la utilizaron en sus grandes construcciones, y fueron mejorando sus prestaciones, con mucha práctica. Sus edificios perduran hasta hoy día, y cada siglo que pasa, la cal se va carbonatando y se va haciendo más resistente.
Por otro lado, los muros de cal, “respiran”, es decir, que el vapor de agua puede atravesarlos, graduando de forma natural la humedad en el interior de las viviendas. No tiene nada que ver la calidad y la salud de una casa realizada en muros de hormigón de cemento, con una realizada con muros de cal. Solo hay que ver las gotas de condensación y hongos que aparecen en los muros realizados con cemento.
El cemento es tóxico. Las altas temperaturas de cocción a mas de 1400º y los materiales de desecho de escorias que se utilizan en su elaboración, lo hacen un material con cierta radioactividad que a la larga puede ser nociva para la salud.

Proyectos realizados por ECODOME
Gran vivienda ecológica, de planta sótano, planta baja, planta primera y mirador, comunicadas mediante una magnífica escalera de caracol acabada en hormigón ecológico. Los muros desarrollados en sistema SATE, con aislamiento de 15 cm. Los cantos redondeados, los suelos de parquet natural, los baños de TADELAK, y toda la casa climatizada mediante SUELO RADIANTE, y AEROTERMIA.
A tener en cuenta:
El hormigón de cemento tiene el inconveniente de tener un índice de “Energía vital” muy bajo (inferior a 3600 Bovis, cuando lo normal para el ser humano es de 6400 Bovis). Por lo contrario, la arcilla en ningún caso baja de los 7200 Bovis. Es por ello que este material nos desvitaliza y hace que las construcciones sean enfermas y nos chupen energía.
Respecto al uso del acero, cada vez hay más casos de hipersensibilidad a las emisiones de electromagnetismo. Las personas que las sufren, con su sensibilidad, nos ponen en alerta sobre las implicaciones de realizar las casas con muchas estructuras metálicas, armaduras en el hormigón, vigas de acero, etc.
Atención a los amantes del reciclaje: ¡No hay nada más insalubre que vivir en un contenedor metálico!
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