
Arquitectura Popular
En las escuelas de arquitectura y en las revistas de diseño se nos muestran unos modelos de edificios y unos diseños con el adjetivo de modernos, minimalistas, actuales. Cuando experimentamos la vida diaria en muchos de los edificios actuales, descubrimos, sorprendidos, que no nos sentimos tan a gusto como pensábamos.
Son frías, sin alma. En las revistas, en las fotos, parecen modernos, limpios, pero cuando somos realmente sinceros con nuestras emociones, nos sentimos mejor, mucho mejor, en una casa de campo, por ejemplo. Las casas con encanto, los hoteles con encanto. Lo mismo pasa con los barrios de las ciudades. Nos sentimos más a gusto en el centro antiguo, en los pueblos con historia.
La belleza de la Arquitectura Popular
Hay casas y edificios en los que la mayoría de gente se encuentra muy bien, muy a gusto, se sienten cómodos, independientemente de sus gustos estéticos. Y es que la belleza no es cuestión de gustos solamente, quizás un pequeño porcentaje, más bien está en relación con emociones profundas, y con otras cosas, lo que denominamos patrones o arquetipos.
A veces, desesperados, llegamos a la conclusión que solo la naturaleza crea belleza, y esto no es del todo cierto. Tenemos el privilegio y la oportunidad de colaborar con las fuerzas vivas, y realmente crear belleza, estimular belleza, ser artistas hasta en las cosas más complejas o más sencillas. Ahí estén las catedrales, los pueblos blancos de Málaga, las masías catalanas, la Alhambra, el Albaicín, el centro de París, Venecia, Ciutadella, Castro Urdiales y tantos ejemplos vivos.




Proyectos de arquitectura popular sostenible realizados
¿Necesitas más información?