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Los principios básicos del passivhaus

 

El concepto de edificios de consumo de energía casi nulo (NZEB) convierte al estándar Passivhaus en un modelo de edificación respetuoso con el medio ambiente, saludable, confortable y sostenible.

Lograr un certificado PassivHaus supone que la demanda energética para calentar o refrigerar es tan baja que no necesita de una aporte adicional como es el caso con los aparatos tradicionales de calefacción.

Su objetivo es limitar la demanda de energía a 15 kWh/m2a para calefacción y refrigeración, logrando así edificios de consumo de energía casi nulo.

Si estudiamos los cálculos energéticos a calcular podría parecer que construir una vivienda pasiva es muy complicado, lo cual es relativamente cierto ya que se trata de crear una máquina calibrada específicamente según su ubicación, ocupación y uso. Sin embargo gracias a los altos conocimientos y al uso del programa Phpp en la fase del diseño todo resulta más sencillo.

 

7 principios básicos de las passivhaus

 

  • Superaislamiento: Muchas veces asociamos el aislamiento con la protección del frío, olvidando el calor. Una buena envolvente térmica junto con la estanqueidad al paso del aire es la base para un correcto aislamiento, con espesores que doblan o incluso triplican los utilizados habitualmente. El aislamiento también juega un papel muy importante en la reducción de emisión de CO2 de los edificios.

 

  • Eliminación de los puentes térmicos: son aquellos puntos en los que la envolvente de un edificio se debilita debido a la unión con otro elemento constructivo. Un ejemplo muy utilizado es por ejemplo el de un tornillo que une dos tablas de madera. El tornillo es mejor conductor de calor que la madera, por lo que se va a escapar más por el tornillo que por la madera, aunque la superficie sea mucho menor. Un buen diseño y el uso de sistemas de rotura de puente térmico (RPT), que sencillamente son materiales considerados «malos conductores», permite disminuir las pérdidas de energía.

 

  • Control de infiltraciones: permite un control de las infiltraciones de aire exterior indeseado, de tal forma que se pueda hace una ventilación mecánica y calentar el edificio mediante un recuperador de calor.

 

  • Ventilación mecánica con recuperador de calor: el recuperador de calor es la pieza clave para un edificio pasivo. Estos sistemas tienen por objetivo aprovechar las propiedades psicométricas (temperatura y humedad) del aire interior y transferirlas al aire limpio exterior, lo que permite tener aire limpio y renovado sin tener que abrir la ventana y perder el calor en invierno y el frío en verano.

 

  • Ventanas y puertas de buena calidad: La carpintería es la parte más frágil de la envolvente por lo que es muy importante cuidarla mucho! La ruptura de puente térmico (RPT) es una característica necesaria en las carpinterías metálicas, sobre todo en climas fríos. El sistema consiste básicamente en separar el perfil exterior del interior para evitar que el frío llegue a los ambientes y condense la humedad sobre la perfilería. Pero también existe carpintería de PVC o la de madera, las cuales no necesitan RPT ya que son materiales aislantes de por si. Aparte del perfil de la ventana o puerta, no podemos olvidarnos del acristalamiento. Si éste es malo, todo el calor de la vivienda se irá por el cristal. Lo recomendable sería una ventana con doble acristalamiento, con cámara (si puede contener algún gas aislante mejor), y que además, al menos uno de los cristales lleve un tratamiento que lo haga “bajo emisivo”.

 

  • Optimización de las ganancias solares y del calor interior: El aprovechamiento del calor interior generado por el ser humano, los electrodomésticos, la iluminación etc se deben de saber aprovechar bien, al igual que saber protegerse del exceso de radiación solar en verano. La cantidad de energía necesaria para la climatización de una casa pasiva es tan pequeña, que una habitación de 20m2 puede calentarse tan solo con el calor corporal de 4 personas, incluso en pleno invierno. Por otro lado, una buena orientación permite el aprovechamiento de la energía solar gratuita para la calefacción pasiva en invierno, pero se convierte en un inconveniente en verano. La protección solar nos permite optimizar los huecos del edificio para maximizar las ganancias solares en invierno y minimizarlas en verano.

 

  • Modelización energética de ganancias y pérdidas: ésta se realiza con un Excel especifico llamado Passivhaus Planning Package que ajusta los cálculos térmicos a las características especificas de PassivHauss.

 


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