En el artículo de hoy vamos a tratar un tema que nos hace mucha ilusión compartir con cada uno de vosotros, nuestros lectores. Como ya sabéis el equipo de Ecodome trabaja siempre basándose en sus valores y conciencia medioambiental y disfruta compartiendo conocimiento sobre bioconstrucción sostenible.
El cambio climático es un problema fundamental a día de hoy y trabajamos duro para combatirlo tan bien como sabemos, utilizando materiales naturales y aprovechado las maravillosas energías renovables que están a nuestro alcance. Para poneros un poco en contexto, la construcción en masa que reina a día de hoy en nuestro mundo es cómplice de esta crisis climática contribuyendo con un alto porcentaje de la huella de carbono.
“La huella de carbono es un indicador que pretende reflejar la totalidad de gases de un efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.”
Ecodome hoy comparte con la comunidad la construcción a través de la utilización del micelio. Un material 100% biodegradable que actúa como aglutinante natural. El micelio se trata de un material que deriva de hongos. Exacto hongos. La verdad es que tienen una versatilidad inmensa, casi nos atrevemos a decir infinita.
Se conoce como micelio al conjunto de hifas que forman la parte vegetativa de un hongo.
Los cuerpos vegetativos de la mayoría de los hongos (y, por tanto, el de los líquenes) están constituidos por filamentos pluricelulares denominados hifas. Las hifas crecen tan solo apicalmente en el ápice. Las hifas pueden crecer con mucha rapidez, hasta más de 1 mm por hora. Por este motivo y por las frecuentes ramificaciones surge en el sustrato una maraña de hifas con una enorme superficie: el micelio.
¿Cómo podemos utilizar este material natural en nuestras construcciones?
El micelio tiene, como ya hemos comentado, un gran abanico de oportunidades como material de gran potencial y 100% biodegradable. Pero… si lo aplicamos a la industria de la construcción verde un ejemplo de uso es el siguiente.
¿Os acordáis de la construcción con balas de paja? Si no lo tenéis presente os dejamos a continuación dos enlaces a otros artículos donde os contamos en qué consiste:
Bien, sería algo similar pero a través del tratamiento de micelio. Creamos paneles y/o bloques de micelio. Es fantástico comprender y visualizar cómo las esporas de los hongos al mezclarse con otros componentes como pueden ser:
- Serrín (astillas de madera)
- Semillas
- Saña de azúcar
- Y un larguísimo etcétera
Los hongos se encargan de nutrirse de estos elementos y transformarse a gran velocidad en la forma que previamente hayamos diseñado. Se adapta a la perfección. Parece magia, ¿verdad?.
Una parte esencial del proceso, una vez haya pasado un tiempo amoldándose a nuestro molde será una fase de cocción. Es necesaria y vital esta cocción a temperaturas entre 79 y 90 grados para frenar el crecimiento natural de este micelio a través de la deshidratación.
Finalmente, os dejamos con un pequeño reportaje sobre una empresa que trabaja con este modelo de construcción y nos apasiona, Ecovative.