¡Hola queridos lectores! Hoy os traemos un tema que nos lleva de cabeza últimamente y, queremos compartirlo con todos vosotros. Se trata de la contaminación lumínica tal y como habéis podido comprobar a través del título de este artículo.
Es sin duda un grave problema que nos concierne a todos. Por ese motivo queremos contaros en qué consiste, la repercusión que tiene a nivel energético y económico además del impacto directo que tiene en los seres humanos, animales y vegetación.
Recientemente, el equipo de Ecodome ha decidido visitar uno de los observatorios reconocidos mundialmente situado en Cataluña, situado en la provincia de Lérida. Se trata del Observatorio del Montsec (OdM) al que se puede visitar y animamos a hacerlo a todos nuestros lectores.
Como sabéis nos encanta aprender y divulgar, así que nos pusimos manos a la obra en el asunto de la contaminación lumínica que tanto nos importa y nos dejamos ilustrar por profesionales del sector visitando este observatorio. Durante la visita, aprenderán diferentes conceptos relacionados con la astronomía, contaminación lumínica, interactuar con distintas instalaciones, participar de una sesión de alta calidad de la mano de un astrónomo y ver en directo gracias a su telescopio de alta calidad la luna, constelaciones, galaxias y conocer de primera mano como trabajan.
Bien, la idea de escribir sobre este problema instaurado desde hace años en nuestro planeta nace tras esta visita y la necesidad de divulgar sobre la temática y ser verdaderamente conscientes de la problemática.
La contaminación lumínica la entendemos como la introducción de luz artificial excesiva que provoca un impacto directo en nuestras vidas y el medio ambiente degradando ecosistemas y vidas. Podemos ver claramente si prestamos atención en nuestras ciudades durante la noche el uso excesivo de farolas que emiten un tipo de luz artificial y muy potente creando un radio de luminancia que no es necesario. Oficinas, empresas y pequeños comercios con luces encendidas durante horas no laborables, y la luz de lámparas y distintos dispositivos que tenemos en nuestros hogares.
Todos contribuimos de una manera u otra en este tipo de contaminación y tiene consecuencias. Tiene un coste elevado a nivel económico la mantención del uso de energía, conlleva una gran mella debido al aumento de emisiones de carbono, se invierten miles de dólares de carbón y/o petróleo para convertirlo en electricidad malgastada y totalmente innecesaria.
Otro de los problemas además de la contaminación en todas sus vertientes, es la afectación a los ritmos circadianos de seres humanos, animales y que también afecta a la vegetación que nos rodea causando graves problemas de salud.
Los ritmos circadianos son cambios físicos y mentales relacionados directamente con nuestro entorno cuyos forman parte de un ciclo que sigue las 24 horas del día.
¿Qué podemos hacer para combatir la contaminación lumínica y aportar nuestro granito de arena?
- Reducir nuestro consumo eléctrico-lumínico en nuestro día a día durante la noche.
- Sustitución de bombillas de bajo consumo, aplicar sensores de movimiento, utilizar una temperatura de color cálida que ayude a nuestros ritmos biológicos.
- Eliminar la iluminación innecesaria en establecimientos durante horas en las que no hay nadie.
- Adecuar el mobiliario urbano de forma consciente y cumpliendo normativas medioambientales.
- Apoyar iniciativas, escribir a tu ayuntamiento, crear conversaciones con aquellos que te rodean para concienciar a tu círculo también son maneras de apoyar positivamente al cambio.
Para finalizar, os dejamos con un video de National Geographic para profundizar. Pero antes queremos saber sobre ti:
¿Tienes más consejos? Déjanos en la sección de comentarios tu opinión sobre la contaminación lumínica y qué haces a nivel personal para combatirla.
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